sábado, 24 de noviembre de 2012

La OPA de IAG y lo que no debería repetirse (Endesa)


Iag, compañía aérea fruto de la unión entre Iberia y British, ha hecho pública su intención de hacerse con Vueling, con una prima del 28%. La polémica está servida, y es que muchas personas, sobre todo trabajadores de Iberia, consideran que esta decisión es un error. Si lo es o no, no será dictaminado en estas líneas, pero sí que cabe resaltar solamente un dato: para llevar a cabo esta operación, la aerolínea española tendrá que hacer frente a un plan de viabilidad que supondrá entre otras cosas el despido de la cuarta parte de sus trabajadores (4.500 en concreto)  y la rebaja de entre un 25 y un 35% del salario de los casi 12.000 que conserven su empleo.
 Negativa o positiva, el caso es que una OPA  viene siempre cargada de polémica en muchos casos. Es deseable que en esta ocasión no suceda lo mismo que con la oferta de compra de Endesa por parte de Gas Natural y la compañía energética alemana E.on. Como bien dice el refranero castellano, “hay que conocer la historia para no repetirla”. Así pues, conviene que hagamos memoria sobre un capítulo político-económico que fue motivo de debate y en ocasiones de sonrojo en España entre los años 2005 y 2007.

 Los hechos
  El cinco de septiembre de 2005, Gas Natural lanza una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre la totalidad del capital de Endesa a 21,30 euros por acción. El conjunto de acciones de una compañía determina el valor de una empresa, en este caso de la eléctrica Endesa. Posteriormente, y tras la aceptación de la Comisión Nacional de Energía (CNE) de las condiciones de la OPA, entraron en juego la Comisión de Defensa de la Competencia, el Gobierno de José luís Rodríguez Zapatero, las compañías E.On, Enel y Acciona, la Comisión Europea… Con estos actores en escena el espectáculo estaba servido, a pesar del deterioro de una empresa envuelta entre tantos rumores, ofertas y contraofertas.
 Entre críticas de quienes pensaban que era innecesario que Gas Natural lanzara la OPA  hostil sobre Endesa “tal y como estaba el panorama eléctrico español”, según afirmó en esos momentos Manuel Pizarro, otrora presidente de la eléctrica española, en una carta hecha pública, El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) rechazó la OPA de Gas natural sobre Endesa. A pesar de esta decisión, el Ejecutivo de Zapatero decidió dar luz verde a la operación empresarial en Consejo de Ministros. Esta decisión, tomada el tres de febrero de 2006, imponía a Gas Natural la obligación de desprenderse de algunos activos y de una cartera de un millón y medio de clientes.
 La situación se complicó todavía más si cabe cuando la compañía eléctrica alemana E.On lanzó también una oferta de compra a Endesa a 27,50 euros por acción, en una operación condicionada a la adquisición de, al menos, el 50,01 por ciento del capital y a la supresión de las limitaciones estatutarias que les suponían algunas dificultades. Tras este órdago, un juzgado de lo mercantil de Madrid ordenó suspender la OPA de Gas Natural, tomando así ventaja la empresa alemana.
 El 23 de marzo de 2006, el Congreso de los Diputados aprueba que la CNE pueda vigilar la oferta de compra de la compañía alemana. Entre tanto, el Tribunal Supremo suspendió el acuerdo del Consejo de Ministros que daba luz verde a la compra de Endesa por parte de la catalana Gas Natural. Con todos los movimientos realizados hasta el momento, las acusaciones al Gobierno de fuerte proteccionismo, al PP de no defender a España e ir de “patriotas de pacotilla”, no se hicieron esperar. Desde el primer momento la Comisión Europea denunció la limitación de la competencia libre que estaba haciendo el Ejecutivo del PSOE, y respaldó la oferta de E.On. Tanto es así, que finalmente España fue multada por la Unión Europea.

 Ni E.On ni Gas Natural
 Tras tanta lucha empresarial, política y también social, entraron en escena la constructora española Acciona y la compañía energética italiana Enel, que primero compraron una parte de Endesa de entorno al 20% entre las dos, y después lanzaron una OPA  sobre el total de la compañía. El primer actor que se retiró de escena fue Gas Natural, seguido de E.On, porque llegó a un acuerdo con Acciona y Enel, a través del cual tendría bastante influencia en Endesa. Así las cosas, el Ejecutivo y los organismos responsables de velar por el respeto a la competencia en nuestro país, aceptaron esta vez la nueva oferta Pública de Adquisición, aunque imponiendo una serie de condiciones que posteriormente la Comisión Europea denunció que eran demasiado fuertes y exigentes. Dos de ellas eran que siguiera siendo una empresa autónoma y que mantuviera su sede central dentro del territorio español.
 Finalmente, la compra se llevó a cabo a un precio de 40,16 euros por acción. Endesa fue expulsada del Ibex 35 el dos de octubre de 2007, y la dimisión de su presidente el  18 de octubre de ese mismo ejercicio ponía punto final a más de dos años de polémica y en los que como todavía no había desembarcado la crisis económica, fue el tema estrella en las tertulias de este ámbito. Pero no solamente sucedió esto entre economistas, sino que la polémica de la OPA de Gas Natural, E.On, Enel y Acciona caló también en gran parte de la sociedad, convirtiéndose en uno de los temas más recurrentes junto a la aprobación del matrimonio homosexual, o la negociación emergente con ETA.

Fuentes:
-          Hemeroteca de Expansión
-           www.abc.es

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